Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1685
Legislatura: 1901-1902 (Cortes de 1901 a 1903)
Sesión: 17 de julio de 1901
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 31, 668-669
Tema: Provisión de la vacante de Ministro de la Gobernación

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): No hay razón ninguna que impida cubrir la vacante que ha dejado el Ministro de la Gobernación, hoy Presidente de esta Cámara, pero en esto he seguido los precedentes establecidos, según los cuales, sin excepción, cuando un Ministro de la corona pasa a ese alto sitial, se ha venido proveyendo su vacante en un compañero suyo interinamente. Yo no sé si esto se ha hecho por deferencia; pero esto se ha hecho siempre. He seguido, pues, el mismo precedente que me he encontrado establecido; pero, además, he tenido otra razón, que es la siguiente: estamos en el debate más político de un Parlamento; en él se trata de examinar los actos de los Ministros; está para terminar, y no parece bien que venga un Ministro nuevo a tener que terciar en debates sobre asuntos en los cuales no ha intervenido ni poco ni mucho ni nada, ni directa ni indirectamente. (Muy bien). He creído conveniente que los que son Ministros respondan de sus actos hasta que el debate político del mensaje concluya, en cuyo caso en el acto proveeré la vacante. No tengo más que decir.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Señores Diputados, no tendría necesidad de dar más explicaciones de las que he dado, pero; en fin, más que por cortesía parlamentaria por deferencia al Sr. Marenco, le voy a decir que si él no da fuerza ninguna ni autoridad a los precedentes, yo se la doy muy grande, porque importa mucho consignar los precedentes para evitar dificultades. Su señoría no conoce los precedentes; yo los conozco porque los he examinado para resolver el caso, y en todos los que han ocurrido sin excepción se ha hecho lo mismo que he hecho yo, sin que eso haya suscitado, ni dudas, ni protestas, ni discusión de ningún [668] género, y no sé por qué las ha de suscitar ahora hecho tan repetido cuando no las suscitaron en ningún caso.

Me bastaría esto para no dar más explicaciones; pero repito que lo he hecho para evitar al nuevo Ministro la intervención en debates sobre resoluciones de gobierno en que no había intervenido.

Respecto a sí hemos dejado de contestar o no al discurso pronunciado ayer por el Sr. Maura, yo diré a S. S. que lo mismo hubiera sucedido si el Ministro de la Gobernación hubiera sido definitivo y propietario. Yo me he encontrado con una larga discusión que no me pesa, porque realmente ha sido una discusión luminosa e importante; pero la verdad es que yo me encontré con una larga discusión, donde después de haberse hecho muchos discursos, todavía había pedidas siete palabras por parte de los más importantísimos oradores y con que estábamos en vísperas de pronunciar siete discursos de oposición, más siete de defensa con las rectificaciones correspondientes, lo cual hubiera dado lugar a que no concluyéramos en todo el mes si el Gobierno contestaba a cada uno de esos oradores. Y como la opinión del Gobierno en todas las cuestiones que aquí se han tratado es conocida por los discursos pronunciados por mis compañeros de Gabinete aquí y en la otra Cámara, y como además yo he de hacer el resumen de la discusión y en él he de ocuparme de todas las cuestiones aquí suscitadas, entiendo que no era preciso el hacer un discurso más para contestar al Sr. Maura.

¿Es que desea S. S. conocer las opiniones del Gobierno? Pues ya las sabe; pero además las sabrá de sobra cuando yo se las diga, porque me parece que con que las diga una vez basta.



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